viernes, 15 de noviembre de 2013

El poder de la música y ese momento en el que todo parece cobrar sentido.

"Es fantástico que la ciencia empiece a estudiar la raigambre social de la música. ¿Hay algo que se pegue más que una buena melodía? Lo único que sabemos todos a ciencia cierta de ella, de la música –y eso que nos acompaña desde los orígenes de las primeras tribus humanas– es su universalidad"Eduard Punset
Los que nos dedicamos profesionalmente a ella, hemos vivido más de cercauna inexplicable sensación de realización que nos hace intuir un trasfondo más profundo, pero todos, europeos o africanos, mayores de edad y niños, todos parecen emocionarse con sonidos parecidos. No me digan que no les intriga que tantos coincidan en hurgar la misma armonía, fruto de darle a una quinta, mientras interpretan como euforia el mismo clímax sonoro y como una señal de tristeza, una melodía demasiado lenta. ¿Y se han fijado cómo todas las organizaciones religiosas hacen uso de ella (siempre de la música) cada vez que se ha de solemnizar un acto dejándolo grabado en nuestro espíritu? ¿Dirían que es casualidad?
La vibNuestra sociedad convive sobre unos pilares que funcionan solamente en caso de mantener un estado de armonía y equilibrio. La motivación del ser humano, su comprensión de los valores estéticos y el bien en la convivencia están directamente ligados al estímulo intelectual y emocional. Nuestra capacidad para ilusionarnos intentando crear un futuro mejor, depende en gran medida del aprendizaje, pero sobre todo de la inspiración. Sin ellos, la noción de belleza (por mucho que sea subjetiva) desaparece. Automáticamente, el deseo de la convivencia pacífica se aparca a un lado para ponerse al servicio de los bienes tangibles y de efecto inmediato, de los valores crematísticos en la competencia que rige los enfrentamientos y la guerra. La valentía para la autocrítica y la capacidad de decisión son también efecto y resultado de nuestra preparación cultural y la intuición que genera. Incluso la capacidad de amar y de comprender, en el sentido más amplio, el alcance de esa emoción, se cultivan con la vivencia de la pasión emocional y el estímulo intelectual. El concepto de inteligencia emocional gana sentido y valor a través, por y para la música.
El sonido tiene una capacidad enorme, a veces inexplicable, de penetrar e influenciar el alma y la mente del oyente. Y ese es el motivo por el que sabemos que la música lo es desde tiempo inmemorial, desde el principio de los tiempos en la concepción del ser humano.
La vibración del sonido es el camino hacia la armonía social (ya era así en las familias prehistóricas), y por eso, también el camino hacia la paz universal. Pero una paz que para ser, ha de sostenerse en la justicia, como la música, sólo es posible bajo unas estructuras en equilibrio, las justas, el sonido no permite las dictaduras.
¿Recordáis esa sensación inexplicablemente emocionante justo en ese momento en que habéis sentido una comunión total durante un concierto?
¿Recordáis el placer tras un descomunal crescendo escuchando una frase de alguna sinfonía? ¿Recordáis la sensación de paz durante un espacio sonoro lleno de color en ese equilibrio perfecto en que parece estáis flotando? ¿Recordáis la seguridad, estable, feliz, escuchando algunas músicas repetitivas, de ritmo claro, en un tempo que os hace sentir a gusto? Ese es el momento en el que por un segundo todo parece tener sentido, donde se hace más tangible la salud frente a la enfermedad, el bien y la comodidad del cuerpo parecen vencer al malestar. Todos sabéis a qué sensación profunda me refiero cuando de verdad conseguísteis conectar con el sonido, con la "música" en sentido profundo.
La música amplía las cualidades del ser humanoY ese es el auténtico motivo por el cual en los momentos de dificultad, los más duros, la música cobra el mayor sentido. En las tierras más pobres cumple su más importante función social. En el desamor nos hace sentir dignos de soñar un futuro nuevo. En los momentos de mayor desánimo nos hace ver la luz.
Y también es ese el motivo por el cual en los momentos de crisis, de guerra, física, espiritual, filosófica o financiera como la que se vive hoy en día, determinados sectores liderados por el infinito afán de poder se ponen como una de sus primeras metas debilitar las bases de la actividad musical-cultural para debilitar a la vez la capacidad de defenderse del ser humano desde el orden social en el que vive, limitando su capacidad de emocionarse, de racionalizar, de luchar por valores en los que cree, sintiéndose fuerte, inspirado, capaz.
Derrotar la música es romper el alma del mundo.
Desde luego para mí no hay duda, somos música, música humana.

*Josep Vicent es músico, empresario y gestor musical. Principal conductor de la The World Orchestra. Director Titular i Artistic Orquestra Simfònica de les Illes Balears. Cultural Ambassador for Peace.

martes, 12 de noviembre de 2013

El tabaco en España

El tabaco en España

Aparte de lo ya dicho sobre la introducción del tabaco por Rodrigo de Jerez, fueron los cronistas españoles los verdaderos transmisores de lo que hoy en día puede denominarse como la historia del tabaco en España. Crónicas como las de Fernández Oviedo y De las Casas, entre otros, contribuyeron a extender su conocimiento y uso entre los europeos indianos y continentales.
"Tomaban el aliento y humo para sí una y dos y tres y mas vezes hasta que quedaban sin sentido gran espacio o adormidos de un grande y muy pesado sueño (...) E aquel instrumento con que toman el humo llaman los Indios Tabaco, y no a la yerva o sueño que les toma. Pero esta yerva tenían los indios por cosa muy preciada y la crían en las haciendas y heredamientos de sus amos (…) porque dicen que cuando dejan de trabajar y toman el tabaco, se les quita el cansancio. Sé que algunos cristianos lo usan, en especial algunos que están tocados por el mal de las bubas, porque dicen los tales que aquel tiempo que están así transportados no sienten los dolores de su enfermedad."
En un principio el tabaco llegaba a España de los indígenas, pero debido a la gran demanda nacional que existió en nuestro país a partir de la segunda mitad del siglo XVI, comenzó a llegar de la mano de los colonos.
El desarrollo del tabaco comenzó en la marinería, para extenderse después a los sectores marginales y grupos sociales de rentas muy bajas. Sin embargo, la evolución del hábito de fumar tabaco dio lugar a que los grupos de rentas más altas se apropiaran de esta práctica, produciéndose así un aumento del consumo que no escapó a la sutileza de Hacienda. Poco a poco, esta abrumadora expansión del tabaco hizo que los gobiernos vieran la posibilidad de un gran negocio. El aumento del consumo provocó una mayor fabricación y venta, lo que obligó a sustituir la fabricación artesanal por la industrial, y se fue creando un comercio internacional que, hoy en día, sigue teniendo mucha importancia.
A principios del s. XVII (1620) empieza a funcionar en Sevilla la primera fábrica de tabacos española bajo el nombre de La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, que se convertiría en la mayor construcción industrial del mundo. A Sevilla le sigue, por orden cronológico, la Fábrica de Cádiz.
En ellas se comenzó elaborando polvo de tabaco, muy apreciado en toda Europa, y más tarde cigarros puros hechos con hojas producidas de nuestras colonias de ultramar. La gran influencia de las fábricas españolas no disminuyó cuando, bastantes años después de su puesta en funcionamiento lo hicieran otras francesas, alemanas o italianas. Más tarde, en el año 1717, un real Decreto de la Corona de España dio lugar a la fundación de la primera fábrica de tabaco en Cuba, la Real Factoría de La Habana, implantando así un régimen de monopolio para la naciente industria cubana.
A lo largo del siglo XVIII, los precios del tabaco se dispararon, lo que contribuyó a un aumento de la presión fiscal y a un acercamiento del fumar hacia los grupos adinerados.
El tabaco de humo (sin previa elaboración) quedaba destinado entonces al resto de la sociedad, y el consumo de rapé (tabaco aspirado) se convertía en el mayor ritual costumbrista y social de Europa propio de las sociedades burguesas y aristocráticas.
Pero a finales de este siglo se produjo un cambio en los hábitos de consumo de tabaco. De nuevo, los grupos sociales con más renta acabaron por apropiarse del tabaco de humo, hasta entonces considerado como mercancía marginal, por lo que Sevilla se lanzó a la confección del cigarro puro, abandonando cada vez más el rapé. Poco después se unirían a esta producción las factorías de Madrid, Alicante, La Coruña, San Sebastián y Bilbao, lo que hizo del cigarrillo el gran protagonista del nuevo panorama social.
Desde finales del siglo XIX y comienzos del presente, el cigarrillo ostenta ya una primerísima posición en el mercado. Y mientras el abaratamiento y la masificación de la producción contribuye a que todas las clases sociales tengan un fácil acceso al tabaco, las formas antiguas de tomarlo van quedando relegadas al pintoresquismo y la rareza curiosa. No hay duda de que el fumar se ha convertido en un hecho universal.

martes, 22 de octubre de 2013

Dieta y salud

Un pequeño truco, como "saber comer" y poder hacer la digestión más rápido.

¿A quién no le gusta comer?

Este truco va para todas las personas a las que le guste comer, y que no le guste engordar más de la cuenta.

martes, 15 de octubre de 2013

martes, 8 de octubre de 2013

Maquillaje sencillo y con glamour

Hoy hablaré de un tipo de maquillaje muy sencillo.

Hoy quiero hablar de Dulce Xerach.

Dulce Xerach es una muy buena profesora que se encuentra en la Universidad Europea de Canarias, es una canaria con mucho glamour, además de ser buena persona, a veces hace oídos sordos con nosotros pero luego siempre intenta que tengamos un buen ambiente en clase.